Si no sabes o no se te ocurre cómo añadir actividad física a tu día a día, aquí te dejamos algunas ideas de cómo hacerlo.
1. Aprovecha cualquier tarea doméstica para moverte.
Si estás muy ocupado o tienes muchas cosas que hacer en casa y sientes que no te dejan tiempo para ejercitarte, pues puedes incluir algo de ejercicio al cumplir con esas tareas.
2. Haz ejercicios con los muebles de tu casa
Si crees que no puedes hacer ejercicios porque no tienes en casa máquinas propias de un gimnasio, pues te equivocas, hay miles de cosas que puedes hacer desde tu silla o tu sofá: sentadillas, planchas, abdominales, etc.
3. Usa objetos caseros como pesas
hay muchos elementos de la casa que pueden usarse como pesas para hacer ejercicios, como las botellas de agua o de leche, o incluso los envases de detergente.
4. Sube y baja escaleras.
Las escaleras pueden ser tus "mejores amigas" si buscas realizar actividades cardiovasculares
5. Practica la respiración diafragmática
En ese momento sentimos que no tenemos mucho control de lo que está pasando. El estrés es real y no va a desaparecer. Así que a veces tomarse un momento para realizar la respiración diafragmática puede ser muy calmante.
Fuente: BBC